miércoles, 27 de agosto de 2008

Por qué una Jornada de Reflexión


Muchas veces la repetición sin ton ni son hace que el propósito y el significado se vayan diluyendo hasta desaparecer, y todo acto sin sentido se transforma ineludiblemente en absurdo.
Las Jornadas de Reflexión fueron una propuesta de la Dirección de la escuela para reactivar los actos escolares, que últimamente habían perdido valor e interés para los participantes. La propuesta era que los Coordinadores de Área organizaran diferentes actividades que pudieran revertir el proceso y tal vez re significar al Acto Escolar.
El Área de Expresión organizó la primera Jornada denominada de “Reflexión sobre la Dictadura Militar Argentina”. Dicha jornada incluía los actos del 24 de marzo “Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia”, y el 2 de abril “Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas”.
La propuesta de la coordinación fue la de realizar un Happening artístico, que tiene como intención producir una obra de arte que se focaliza en el evento a organizar y la participación de los "espectadores", para que dejen de ser sujetos pasivos y, con su actividad, alcancen una liberación a través de la expresión emotiva y la representación colectiva.
Según Peter Brook en su libro “El Espacio Vacío”

“…El Happening puede darse en cualquier sitio, en cualquier momento, sin importar la duración que tenga: nada se requiere, nada es tabú. El Happening puede ser espontáneo, ceremonioso, anárquico, puede generar intoxicadora energía. El Happening lleva consigo el grito de <¡Despierta!>…”

Y con ese grito de “Despierta” en mente se pensaron las actividades para la jornada, que incluiría a todos los integrantes de la escuela: alumnos, docentes, directivos, en ambos turnos; y que estaría dividida en tres partes: una primera de estímulo sobre el tema, una segunda de expresión y creación sobre el tema, y una tercera donde se mostraría y compartiría lo creado.
El 22 de abril se llevó a cabo “La Jornada de Reflexión sobre la Dictadura Argentina”. Docentes que adhirieron a la propuesta y ayudaron en la realización: Norma Balzaretti, Claudia Scarfo, Rosana Pulido, María Teresa Bertazzo y Leandra Spalla.
Coordinador: Fernando Ramos

martes, 26 de agosto de 2008

Persépolis

Persépolis es la historia autobiográfica de la iraní Marjane Satrapi, la historia de cómo creció en un régimen fundamentalista islámico que la acabaría llevando a abandonar su país.

La animación está realizada en blanco y negro, y cuenta con las voces de Catherine Deneuve y su hija Chiara Mastroianni, en los papeles de la madre de Satrapi y de la propia protagonista respectivamente.

La ilustradora iraní Marjane Strapi ha logrado demostrar que el cómic es capaz, como lo pueden ser la literatura o el cine, de reflejar con crudeza los episodios menos dulces de la Historia. Persépolis constituye una denuncia del fanatismo religioso y más concretamente de la represión ejercida por los fundamentalistas contra la mujer iraní.

El Trabajo de la Jornada


El trabajo para la Jornada estuvo dividido en tres etapas: estímulo, producción y muestra.Para la primera etapa las actividades fueron la proyección de las películas “Iluminados por el Fuego” para los primeros años y “Crónica de una Fuga” para los segundos años. Terceros, cuartos y quintos vieron un video editado para la Jornada con testimonios de familiares y víctimas, ellos también contaron con diferentes textos y poemas de la época.En la segunda etapa se desarrollaron las actividades de producción. Hubo consignas para la producción de poemas y cartas; para la producción de carteles, collage, afiches, etc; así como también consignas de contenido periodístico. Cuarto y quinto año debían contar lo sucedido en la Jornada con fotografías y video. Los primeros años tuvieron la consigna de crear graffities que representaran su reflexión sobre los acontecimientos.La actividad compartida por toda la escuela fue la de armar un cartel con el nombre de algún desaparecido o caído en batalla; éste cartel colgado en el pecho, sería utilizado como forma simbólica participativa durante el Happening final.En la tercera etapa se llevó a cabo un Happening que duró solo 10 minutos en los que la escuela entera compartió las producciones de los alumnos y la visualización de testimonios mientras se escuchaban sonidos de la época y sucedían actuaciones esporádicas que simbolizaban la Dictadura Militar.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Obras de la Jornada

Éstas son las obras realizadas por los alumnos como actividad programada para la Jornada de Reflexión.


martes, 12 de agosto de 2008

Happening final de Jornada

Como final de Jornada se realizó un Happening donde se mostraron los trabajos realizados por los alumnos en las actividades programas para las distintas divisiones en ambos turnos.


Fotos de la Jornada Turno Mañana

Los alumnos de 4º año tenían como actividad la de registrar fotográficamente todas las actividades del día. Este es el trabajo de los alumnos de 4º año Turno Mañana.


Fotos de la Jornada Turno Tarde

Los alumnos de 4º año tenían como actividad la de registrar fotográficamente todas las actividades del día. Este es el trabajo de los alumnos de 4º año Turno Tarde


viernes, 8 de agosto de 2008

Video de la Jornada de Reflexión

Este es el video que realizaron los alumnos de 5º2º como actividad durante la Jornada de Reflexión sobre la Dictadura Argentina.


Video de la Jornada de Reflexión

Este es el video (parte 1 y 2) que realizaron los alumnos de 5º 1º como actividad durante la Jornada de Reflexión sobre la Dictadura Argentina.




Jornada Dicatadura Argentina tuno mañana primera parte
Cargado por fernandoteatro





Jornada Dicatadura Argentina tuno mañana segunda parte
Cargado por fernandoteatro

Carta abierta a mi nieto/nieta Juan Gelman

Dentro de seis meses cumplirás 19 años. Habrás nacido algún día de octubre de 1976 en un campo de concentración. Poco antes o poco después de tu nacimiento, el mismo mes y año, asesinaron a tu padre de un tiro en la nuca disparado a menos de medio metro de distancia. El estaba inerme y lo asesinó un comando militar, tal vez el mismo que lo secuestró con tu madre el 24 de agosto en Buenos Aires y los llevó al campo de concentración Automotores Orletti que funcionaba en pleno Floresta y los militares habían bautizado "el Jardín". Tu padre se llamaba Marcelo. Tu madre, Claudia. Los dos tenían 20 años y vos, siete meses en el vientre materno cuando eso ocurrió. A ella la trasladaron -y a vos con ella- cuando estuvo a punto de parir. Debe haber dado a luz solita, bajo la mirada de algún médico cómplice de la dictadura militar. Te sacaron entonces de su lado y fuiste a parar -así era casi siempre- a manos de una pareja estéril de marido militar o policía, o juez, o periodista amigo de policía o militar. Había entonces una lista de espera siniestra para cada campo de concentración: Los anotados esperaban quedarse con el hijo robado a las prisioneras que parían y, con alguna excepción, eran asesinadas inmediatamente después. Han pasado 12 años desde que los militares dejaron el gobierno y nada se sabe de tu madre. En cambio, en un tambor de grasa de 200 litros que los militares rellenaron con cemento y arena y arrojaron al Río San Fernando, se encontraron los restos de tu padre 13 años después. Está enterrado en La Tablada. Al menos hay con él esa certeza.
Me resulta muy extraño hablarte de mis hijos como tus padres que no fueron. No sé si sos varón o mujer. Sé que naciste. Me lo aseguró el padre Fiorello Cavalli, de la Secretaría de Estado del Vaticano, en febrero de 1978. Desde entonces me pregunto cuál ha sido tu destino. Me asaltan ideas contrarias. Por un lado, siempre me repugna la posibilidad de que llamaras "papá" a un militar o policía ladrón de vos, o a un amigo de los asesinos de tus padres. Por otro lado, siempre quise que, cualquiera hubiese sido el hogar al fuiste a parar, te criaran y educaran bien y te quisieran mucho. Sin embargo, nunca dejé de pensar que, aún así, algún agujero o falla tenía que haber en el amor que te tuvieran, no tanto porque tus padres de hoy no son los biológicos -como se dice-, sino por el hecho de que alguna conciencia tendrán ellos de tu historia y de como se apoderaron de tu historia y la falsificaron. Imagino que te han mentido mucho.
También pensé todos estos años en que hacer si te encontraba: si arrancarte del hogar que tenías o hablar con tus padres adoptivos para establecer un acuerdo que me permitiera verte y acompañarte, siempre sobre la base de que supieras vos quién eras y de dónde venías. El dilema se reiteraba cada vez -y fueron varias- que asomaba la posibilidad de que las Abuelas de Plaza de Mayo te hubieran encontrado. Se reiteraba de manera diferente, según tu edad en cada momento. Me preocupaba que fueras demasiado chico o chica -por ser suficientemente chico o chica- para entender lo que había pasado. Para entender lo que había pasado. Para entender por qué no eran tus padres los que creías tus padres y a lo mejor querías como a padres. Me preocupaba que padecieras así una doble herida, una suerte de hachazo en el tejido de tu subjetividad en formación. Pero ahora sos grande. Podés enterarte de quién sos y decidir después qué hacer con lo que fuiste. Ahí están las Abuelas y su banco de datos sanguíneos que permiten determinar con precisión científica el origen de hijos de desaparecidos. Tu origen.
Ahora tenés casi la edad de tus padres cuando los mataron y pronto serás mayor que ellos. Ellos se quedaron en los 20 años para siempre. Soñaban mucho con vos y con un mundo más habitable para vos. Me gustaría hablarte de ellos y que me hables de vos. Para reconocer en vos a mi hijo y para que reconozcas en mí lo que de tu padre tengo: los dos somos huérfanos de él. Para reparar de algún modo ese corte brutal o silencio que en la carne de la familia perpetró la dictadura militar. Para darte tu historia, no para apartarte de lo que no te quieras apartar. Ya sos grande, dije.
Los sueños de Marcelo y Claudia no se han cumplido todavía. Menos vos, que naciste y estás quién sabe dónde ni con quién. Tal vez tengas los ojos verdegrises de mi hijo o los ojos color castaño de su mujer, que poseían un brillo especial y tierno y pícaro. Quién sabe como serás si sos varón. Quién sabe cómo serás si sos mujer. A lo mejor podés salir de ese misterio para entrar en otro: el del encuentro con un abuelo que te espera.

Contestaciones a la "Carta abierta a mi nieto/nieta" de Juan Gelman

Abuelo:
Qué extraño se me hace aún llamarte así… tantos años sin un abuelo, sin identidad, con una historia cambiada, con una familia también cambiada…
Es difícil explicar lo que siento… es una mezcla rara de incertidumbre por saber lo que pasó con Claudia y Marcelo, mis verdaderos padres… bronca por no haber podido conocerlos, por no haber podido vivir la vida que realmente me había tocado… e ilusión ahora de conocer mi verdadero origen…
Desde hace 8 años sé que no soy quien creía ser, y quien yo creía era mi madre tampoco lo es… ésto me llevó a averiguar, investigar, hacerme análisis… y a medida que esto pasaba, te cuento abuelo, que en la facultad que yo estudio estaban tus enormes aviso de búsqueda frente a los cuales yo pasaba todos los días, varias veces por día, y pensaba e imaginaba la tristeza y a la vez la fuerza que debías sentir y tener, sabiendo que era una búsqueda tan larga, y lo difícil que sería conocer a tu nieta; sin embargo lo que nunca imaginé es que esa nieta era yo.
Por otro lado, te cuento que el 14 de enero del 77 me dejaron en la puerta de la casa de mis padres de crianza con un cartelito que decía, según lo contó mi madre, “esta niña nació el 1º de noviembre”. Ellos nunca supieron nada sobre quien me dejó, ni sobre mi origen. Mi padre era policía y murió al año de haberme encontrado, y mi madre me crió con todo el amor y dedicación con que cualquier madre puede criar a un hijo.
Ahora, querido abuelo, nos queda otra extensa búsqueda sobre el paradero de los restos de mi mamá, pero esta vez ya no estamos solos.

Tatiana Campanera - 4to. 2da.


Abuelo:
Hola Abuelo!, qué difícil se hace aún llamarte de ese modo. Todavía hoy me cuesta hablar con vos y contarte mis cosas. No te sientas mal, tratá de entenderme. En realidad me cuesta hablar con todo el mundo, siento que no puedo confiar en nadie.
Todo el tiempo pienso que no le importo a nadie, no sé qué es verdad y qué es mentira. No sé quien soy, me siento alguien dentro de un cuerpo ajeno.
Te debo mucho, mucho tiempo como nieta. En parte me siento culpable por no haber abierto los ojos y tratar de averiguar si mi identidad era cierta. Nunca sospeché nada, pero me tendría que haber dado cuenta que en esa época nadie estaba exento, pero por no lastimar a mi mamá (no entiendo porqué la sigo llamando así) por no lastimarla, nunca me importó hacerme un análisis, ni me interesé en esos temas; era egoísta y pensaba que eso nunca iba a pasarme.
Quiero conseguir fuerzas para seguir adelante pero todavía no sé dónde encontrarlas, necesito perder el miedo e ir a visitar a mi papá al cementerio dónde supuestamente está enterrado.
Yo voy a ayudarte para buscar los restos de mamá, pero te pido una sola cosa: nunca me dejes!, sos lo único que tengo y por lo único que lucho contra las ganas de querer irme con mis papás… trato de seguir adelante.
No quiero que tu lucha por encontrarme sea en vano.
Gracias por buscarme sin pensar en cómo podía reaccionar, pero ante todos mis temores nunca dudes que el haberte encontrado me pone muy feliz, veo en vos a un abuelo, un papá y una mamá todo junto.
Pero te pido que sigas siendo fuerte y me des tiempo para poder tranquilizarme, quiero recuperar el tiempo perdido y luchar todo lo que no luché estos años.
Quiero averiguar todo lo que les ocurrió a mis papás y ayudar a esos abuelos que como vos luchan pero aún no encontraron a sus familiares. Quiero hacer justicia por mi mamá y papá, quiero lograr que esto nunca se olvide, pero por sobre todas las cosas que no se repita.
Quiero hacer tantas cosas… pero no te imaginás el miedo que me atormenta, que la historia se repita, que hoy siendo hija me convierta en madre y me pase lo mismo que a mamá.
Es difícil vivir pero te aseguro que si sigo es por vos.
Sabés qué? A veces sueño con papá, y tiene tu misma cara, me dice que te cuide y que te haga caso, me cuenta que mamá está bien, que está con él y que juntos me miran desde el cielo y confían en que voy a ser fuerte. Pero cuando me despierto lloro y me gustaría verlos de verdad y a veces me da miedo, miedo a que ellos no sean ellos y que todo vuelva a ser una mentira.
Siento que me vuelvo loca, pero te prometo que voy a seguir adelante, no quiero arruinarme la vida. No les voy a dar el gusto de que el número de personas víctimas de lo que ellos hicieron siga creciendo.
Pero te necesito conmigo. Gracias por todo lo que hiciste por mí y perdón por haber sido tan idiota, quiero que de ahora en más vivas tranquilo; yo te juro que voy a hacer hasta lo imposible para que todos los jóvenes de mi edad se hagan estudios. Ahora voy a ser yo la que te cuide, pero nunca me faltes, abu. Estoy orgullosa de ser tu nieta y de ser hija de mis padres.
Gracias por todo de verdad!!
Gracias por hacerme revivir!
Que lo que pasó no se repita nunca más abuelo… Nunca más!!!

Ximena Gasali – 4to. 2da.